Fue internacional con los Dragones rojos en 1958 y técnico de los British and Irish Lions, siendo el único que venció a los All Blacks.
Gravemente enfermo, vacacionaba en los Países Bajos cuando fue encontrado muerto en su habitación del Grand Hotel Krasnapolsky.
Debutó contra los Wallabies, anotó un drop y su último partido fue en el Torneo de las Cinco Naciones 1958; en la derrota ante Les Bleus.
Finalmente entrenó profesionalmente al Rugby Rovigo de Italia, por tres temporadas y ganó un título.
Debido a su entrenamiento en Italia, un torneo internacional en su honor se celebra en Pieve di Cento.