[1] Las áreas no coinciden como lo hacen en el espacio real, debido a que, en función de la variable a representar, se aumentan o disminuyen, por lo cual, en algunas ocasiones, es necesario separar las unidades, respetando así las formas originales, u omitir estas para mantener las relaciones espaciales.
[2] De cualquier forma, puede considerarse adecuada su realización si existe una comparación con el espacio geográfico real.
[2] Estas unidades son colocadas en una posición correcta respecto a la de sus vecinas, dejando para esto espacios vacíos.
[3] En un mapa común, cada área tiene cuatro tipos de información elemental: tamaño, forma, orientación y contigüidad.
[3] Se puede mantener una continuidad relativa en los cartogramas sin contigüidad mediante la correcta colocación de las unidades, aunque existan espacios vacíos entre ellas.
[3] Debido a esto, sólo se podrán utilizar cartogramas cuando el lector conoce las formas de las unidades interpretadas.
[4] Entre estas desventajas se destacan la dificultad para su lectura y que en algunos casos parecen mapas incompletos debido a los espacios vacíos.