Esto contrasta con la Historia clínica, tradicionalmente proporcionada y gestionada por las instituciones sanitarias, como los hospitales o servicios públicos de salud, y contiene información introducida por profesionales sanitarios o de gestión relacionada con los servicios proporcionados por entidades aseguradoras.
Algunos de los beneficios que se le atribuyen a una Carpeta de Salud son: Todos estos beneficios son en la mayoría de los casos teóricos, puesto que aún no se han llevado a cabo ensayos clínicos que aporten la evidencia necesaria para demostrarlos o cuantificarlos.
[1] Estos tres términos se refieren a distintos sistemas de gestión de información sanitaria donde interviene el paciente, aunque no siempre se usan de forma correcta.
Una vez que la información está en una Carpeta de Salud, los datos son propiedad del paciente y son gestionados por él.
Los Portales de pacientes suelen referirse a extensiones de Historias Clínicas Electrónicas hospitalarias para permitir el acceso en línea a los pacientes, generalmente sólo para su acceso y lectura pero no para su gestión.