En la Biblia, la palabra carne (hebreo basar, en griego sarx, en latín caro) tiene diversas significaciones.
Se usa principalmente para referirse a todas las criaturas animadas con énfasis en los seres humanos.
Por ese camino, la carne toma un sentido moral y hasta peyorativo: Indica también a todo hombre, de ahí que la expresión pueda traducirse también: “El Verbo se hizo hombre”.
También hay textos que recuerdan la debilidad o fragilidad al sentido visto en el Antiguo Testamento: En el corpus paulinum predomina la significación peyorativa moral[3] con acento sea en el sentido de "debilidad": sea por la relación mundo (kósmos) - carne: Habla de “sabiduría de la carne”,[5] “gloriarse según la carne”,[6] etc. indican que es ajeno al contexto semántico paulino el sentido de carne como “cuerpo” dado por la filosofía griega, en especial por el dualismo platónico.
Incluso cuando afirma: se refiere a una liberación del cuerpo en cuanto influenciado por la carne, dominado por el pecado.