Carmen Villoro

Su padre profesor universitario y su madre con la carrera de Letras, ejerciendo como encargada del Centro de Teatro Infantil del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes), Carmen tuvo una niñez muy urbanizada, por las actividades que sus padres realizaban en la ciudad, sin embargo se caracterizó por ser una niña curiosa, traviesa y creativa, debido a que creció en un ambiente académico y artístico.

Al contrario de la ciudad urbanizada, Veracruz le ofrecía todo un panorama distinto, lleno de naturaleza, donde podía admirar el mar, las marimbas y donde tenía que soportar el calor.

En el colegio tuvo buenas maestras de literatura y conoció sus obras de los autores literarios del Boom latinoamericano: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti y Pablo Neruda.

Premio de Ensayo FILIJ (Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil) 1993.

En la adolescencia es donde desarrolla esa inquietud por escribir y la vuelve plasmable, reflejando en ella a la ciudad, el amor y la cultura, principalmente tomando notas que luego se convierten en poemas, en cuentos, en reflexiones.

Para la escritura de Carmen Villoro en Todos los sentidos están presentes: el gusto, el tacto, el olfato, la vista, el oído.

Cuando escribe en verso, es para la libre utilización del lenguaje, sin tener tanto control, ya que es un proceso más intuitivo y sorpresivo.

En la utilización de la prosa, es distinto ya que existe una mayor dirección, necesita ser más racional y la prosa le sirve para incluir recursos, como el sentido del humor o el tono reflexivo al texto.

(Su obra aparece en antologías de Colombia, México, España, Italia, E.U.A., Paraguay y Venezuela).

También elaborado cápsulas radiofónicas para Radio Universidad de Guadalajara, con las cuales se produjo un audiocassette llamado Luz de buró, y también elaboró cápsulas radiofónicas para Radio Mujer, Guadalajara.