Carmen Pombero

A los quince años inicia sus estudios como actriz en la escuela taller de la compañía teatral “La piña”.

En 1995 regresa a su ciudad natal, Sevilla, para complementar sus estudios en TNT, Centro Internacional dedicado a la investigación y formación teatral parte del programa de la Unión Europea "Laboratorios Teatrales Europeos como Innovadores Culturales"[1]​) y en el Centro Andaluz de Teatro.

Finalmente se traslada a Madrid, donde continúa su formación en guion en talleres de la SGAE.

Es a partir de una enfermedad autoinmune cuando Carmen Pombero encuentra la sanación en la Medicina Holística como Reiki Angélico, Reiki Delfínico, Usui, Kinesiología y Flores de Bach, además de la meditación a la que era asidua desde hacía años en el centro vedanta Sivananda Yoga, fundado por el famoso Swami Sivananda.

Junto a ellos y otras dramaturgas como Gracia Morales, Dámaris Matos o Marilia Samper formaría parte de la Generación Romero Esteo, nueva dramaturgia andaluza.

Con su propia compañía profesional, estrena el espectáculo Vanidades y crea la dramaturgia para el espectáculo de danza En la ausencia del vacío, de la coreógrafa Marta Toro, que gana el Certamen Coreográfico Andaluz.

[cita requerida] Trasladada a Madrid en el 2001, se gana la vida escribiendo monólogos cómicos en clubes de la comedia y cuñas publicitarias para SyFy, Calle 13 .

Tras la separación del equipo, Antonio y Carmen trabajan como argumentista y dialoguista respectivamente en la serie diaria Ciega a citas, que es nominada a los premios Emmy Internacional como Mejor telenovela.

Influida por los problemas de su generación, plasma en sus primeras obras personajes principalmente urbanos que no poseen todo aquello que desean e incluso no llegan a conocer su propia identidad, creando así una búsqueda constante y una paradoja al encontrarse tan solo a ellos mismos[4]​ En esos textos suelen aparecer temas candentes de la actualidad como el yihadismo, la homosexualidad, la soledad en las grandes ciudades, la violencia, la crisis económica, la marginación de la mujer o los refugiados, muchas veces desde una visión dialogante y resolutiva.

En El circo de Valentina, los gobernantes no dejan que un circo ambulante (cuyos personajes son alegorías) entren en su "ciudad civilizada" porque no tienen los papeles en regla, creando un cruel paralelismo con la situación de los refugiados.

En su musical Palabras al vuelo, una niña es marginada por escribir poesía abordando la obra temas como la igualdad de género, la inteligencia emocional o el acoso escolar.

En las piezas breves juveniles que publica en la colección El tamaño no importa explora temas como el voluntariado y el activismo juvenil en campos de refugiados, el acoso sexual o las adolescentes y su sexualidad.

Carmen Pombero trabaja desde el drama realista, la comedia, el musical o el suspense, destacando en el género de la tragicomedia y la dramedia.

La música y el sonido son otro elemento esencial que posee gran peso en la obra de Carmen Pombero y que se puede apreciar en Elkafan, donde la atmósfera asfixiante es potenciada con el sonido de un ventilador que hace mucho ruido o Cuando regreses a New York…, donde el bolero de Antonio Machín recorre continuamente el drama.