Carita de ángel

Todas las monjas en el colegio adoran a Dulce María, pues les inspira una gran ternura, en especial a la hermana Cecilia y la golosa hermana Fortunata, quienes serán sus cómplices en todas sus graciosas travesuras que además son permitidas por la tierna y bondadosa madre superiora, directora del colegio, quien siempre está consciente de la responsabilidad y la disciplina que se debe cumplir, sin dejar de mostrar preocupación y gran corazón por el bienestar de todos los que la rodean.

Ahí, la imaginación de la pequeña cobra vida, y habla con el espíritu de su madre Angélica, quien le aconseja y le narra cuentos maravillosos.

Tras una ausencia de dos años, (momento en el que empieza la novela), Luciano anuncia su regreso a México y Dulce María siente que estalla de la felicidad.

Para ella, Dulce María no es más que un estorbo, y su plan es alejar a Luciano de su hija.

Dulce María cree que la persona ideal para ser su nueva mamá es la hermana Cecilia, y aprovecha un viaje repentino de Nicole para hacer el papel de Cupido entre su papá y la bella novicia.

Luciano se da cuenta de que en realidad no ama a Nicole, y siente una creciente atracción por Cecilia.