Cariocecus Dios de la guerra en el panteón lusitano.
Estrabón no lo menciona, pero sí señala que los lusitanos realizaban sacrificios humanos a sus dioses y examinaban las entrañas y las venas de los sujetos sacrificados.
También practicaban la adivinación a través de los órganos vitales de las víctimas humanas, muchas veces prisioneros de guerra que eran enterrados después de que el adivino les amputara sus órganos vitales.
[1] Los lusitanos también cortaban la mano derecha de sus prisioneros y se la ofrecían a los dioses.
Los lusitanos ofrecían al dios cabras, caballos y prisioneros de guerra, junto con hecatombes al estilo griego.