[2] La ciencia satisfaría en particular condiciones específicas como contar con un dominio compuesto únicamente por entidades reales, un trasfondo filosófico con una ontología según la cual el mundo está compuesto por cosas concretas mudables que cambian según leyes, un trasfondo formal con una colección de teorías lógicas o matemáticas actualizadas o un trasfondo específico y con una colección de datos, hipótesis y teorías actualizados y razonablemente confirmados.
[1] Por contraste la pseudociencia es todo campo de conocimiento que no es científico, pero se publicita como tal.
[1][3] La caracterización bungeana de la ciencia concibe a la misma como «un objeto demasiado complejo como para poder ser caracterizado mediante un único rasgo» y la identifica como un «campo cognitivo», el cual —a su vez— es caracterizado como un «sector de la actividad humana cuyo objetivo es obtener, difundir y utilizar alguna clase de conocimiento, sea verdadero o falso».
{\displaystyle E=(C,S,D,G,F,B,P,K,O,M)}
Para Bunge, una ciencia, como campo cognitivo satisfaría la décupla formulada, y particularmente satisfaría las siguientes condiciones:[1] Por lo que un campo cognitivo que no consiga satisfacer las condiciones anteriores es acientífico.