En finanzas, el capital privado inmobiliario (en inglés: Private Equity Real Estate) es considerado una clase de activo consistente en la inversión en capital o deuda con subyacente inmobiliario.Estas inversiones habitualmente suponen una estrategia de gestión activa desde un moderado reposicionamiento del activo, realquiler de propiedades, hasta el desarrollo de promociones inmobiliarias o grandes ámbitos urbanísticos.Estos fondos habitualmente tienen una duración de diez años distribuidos en 2-3 años de inversión, durante los cuales se realizan las adquisiciones de activos, y unos periodos de gestión de los activos en los que mediante una gestión activa se crea valor hasta que finalmente este es realizado durante los últimos dos años, habitualmente llamados periodo de liquidación.Al principio, la inversión institucional se realizaba sólo con estrategia "core", cuando las condiciones de los mercados cambiaron en los años noventa, empezaron a emerger los llamados fondos oportunistas y fondos de Valor añadido, dirigidos a aprovechar las oportunidades que la caída de precios inmobiliarios ofrecía, adquiriendo activos con descuentos relevantes y creando valor en los mismos a través de una gestión activa.El capital privado inmobiliario apareció como una clase de activo independiente a comienzos del siglo XXI y ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años.