Desde muy antiguo, se llama caparazón (voz quizá compuesta de Capa y Arzón) a la cubierta de piel o paño que se pone sobre la silla de montar.
Covarrubias, en el artículo Capa, dice: Posiblemente, caparazón sea una voz española que tomaron los franceses y luego ha sido recuperada por los españoles, enriqueciendo así la lengua.
Bardin en su Diccionario dice : La palabra Caparacon es una corrupción de un aumentativo español cuya raíz era Capa.
El caparazón ha constituido por largo tiempo parte integrante y vistosa de la Montura militar.
José Almirante y Torroella, 1869