[3] Estos cambios dieron soporte a un programa de regeneración social donde la cuestión sanitaria y alimentaria se convirtieron en un tema central.
La iniciativa inicial fue filantrópica y la implantación en España fue tardía respecto de otros países como Alemania (1875): Inglaterra (1879) o Francia (1880).
Sirvió de estímulo para interesar a poderes públicos y movimientos colectivos en la nutrición.
Para 1917, se registraban 144 cantinas escolares en todo el país, sostenidas con fondos públicos o iniciativas privadas.
Tras esta primera etapa donde la iniciativa filantrópica fue esencial para la creación, mantenimiento y funcionamiento de las cantinas, se produjo su progresiva asunción pública.
Dicho convenio permanecería en vigor durante el tiempo necesario para que los planes de operaciones pudieran llegar a ejecutarse.
[5] Ese mismo año se creó la Comisión Interministerial para el Auxilio Internacional a la Infancia (CIAII) en el Ministerio de Asuntos Exteriores .