El combate con bastones tiene sus orígenes en la Edad Media; fue practicado por nobles franceses en el siglo XIX como medio de defensa contrataques de forajidos.
Los orígenes de este sistema son tan antiguos que no se conocen, pero probablemente compartan raíces comunes con otros sistemas de lucha con bastón europeos como el quarterstaff británico, el Stockfechten alemán, el Jogo do Pau portugués, la makila vasca, la paliestra asturiana etc.
Las peleas tienen lugar en un círculo: el bastón se sostiene con una mano, pero puede ser cambiado a la otra durante el combate.
Los golpes son laterales o de arriba hacia abajo.
Las zonas hacia donde puede dirigirse el golpe son las piernas, el pecho y la cabeza.