California está a la vanguardia de los esfuerzos para liberalizar las leyes que regulan cannabis en los Estados Unidos, pues en 1972 presentó la primera iniciativa para su legalización (la llamada «Proposición 19»).
Aunque no tuvo éxito, California se convertiría más tarde en el primer estado en legalizar el cannabis medicinal con la aprobación en 1996 de la Compassionate Use Act ('Ley de Uso Compasivo' o «Proposición 215»).
Como resultado de la legalización recreativa, los gobiernos locales (ciudades y condados) no pueden prohibir que los adultos cultiven, usen o transporten marihuana para uso personal.
Muchos cultivadores existentes han tardado en solicitar permisos, ya que se ha estimado que el 60% o más de todo el cannabis consumido en los Estados Unidos proviene del norte de California.
Muchas personas no tienen tiendas minoristas cercanas que vendan cannabis y continúan comprando a vendedores sin licencia.