Así, Pito le sugiere finalmente la posibilidad de colaborar nuevamente con Carlos y Nacho en Dinarama.
Cuando Carlos fue llamado al servicio militar, Ángel Altolaguirre, quien más tarde se convertiría en el productor, ocupó su lugar a la guitarra.
Además, Alaska desempeñó un papel fundamental en la selección de las canciones y en la definición del sonido del disco, el cual se inclinó hacia el rock gótico y las atmósferas siniestras, manteniendo una continuidad con las últimas grabaciones de Pegamoides.
Los arreglos musicales, compuestos principalmente por teclados que simulaban música hindú, estuvieron a cargo de Marcos Mantero.
Sin embargo, estos dos temas no lograron la misma repercusión que «Bailando», aunque el álbum recibió una acogida muy positiva.
Con un marcado sentido del humor en la letra, este tema pasó algo desapercibido para las radiofórmulas, mientras Alaska se adaptaba a la nueva situación musical.
Para Hispavox, representó el relanzamiento comercial de Alaska, lo que dio paso a un apoyo total en los proyectos futuros.