Se llevó a cabo en la ciudad de Teherán, en Irán, y contó con la participación de 6 seleccionados nacionales masculinos.
El campeón fue Irán, que en superó a Siria en el partido decisivo con una goleada por 4-1, la mayor diferencia entre dos selecciones en una final en toda la historia de la competición.
El título le significó la segunda estrella al conjunto iraní, que ya se había consagrado cuatro años antes frente al mismo rival.
Las 6 selecciones participantes fueron divididas en 2 grupos de 3 equipos cada una.
Los puntos se computaron a razón de 3 —tres— por partido ganado, 1 —uno— en caso de empate y 0 —cero— por cada derrota.