El acceso a la misma se realiza desde las calles Capitán Gallarza, Albornoz y Travesía del Laurel.
A partir de esa fecha, se reconstruyen las casas colindantes, que forman hoy en día la actual calle Laurel.
Hasta finales del siglo XIX, dicha calle no tuvo acceso a Bretón de los Herreros, por lo que los vecinos debían realizar un largo paseo para acceder a ella.
[1] En los poco más de 200 metros que forman esta calle y sus alrededores están establecidos más de 65 bares y restaurantes, ofreciendo todos ellos distintas tapas, más conocidas en La Rioja y otras zonas del norte de España como pinchos.
A la zona de pinchos compuesta por esta calle, sus aledañas Albornoz, San Agustín y Travesía del Laurel, y la vecina Calle San Juan, se las conoce popularmente como «la senda de los elefantes», ya que se dice que todo el que entra sale con trompa y a cuatro patas.