La calle Linares al conservar edificaciones de diferentes épocas muchas de ellas superando el siglo, se constituye en un atractivo turístico.
Su situación en el Centro Histórico[1] de la ciudad desde su fundación le ha forjado un carácter propio, ligado con las tradiciones y los ritos de la ciudadanía.
Existen a pocas cuadras de distancia, cafés, galerías, bares y centros de entretenimiento destinados a los turistas.
Estos negocios dirigidos principalmente al público local se dividen en dos grupos principales, el primero lo constituyen los negocios destinados al comercio de dulces, sullus, incienso y todos los elementos que se usan en las mesas de challa en estos mismos locales suelen expenderse amuletos para el amor: chachawarmis y otros productos destinados a atraer la buena suerte.
Estas hierbas suelen ser vendidas por distribuidores y en pocos caos directamente por Kallawayas - médicos tradicionales- que las recolectan de acuerdo a las tradiciones familiares del oficio, y en lugares identificados para el efecto.