Esta vía se asienta sobre el antiguo camino Real que conducía desde el interior del país a Francia, justo tras pasar el río Ebro.
Con la llegada del ferrocarril a la villa en la segunda mitad del siglo XIX, el camino a Francia fue obstaculizado, y varió su trayectoria por la calle Vitoria, sorteando de esta manera las instalaciones férreas.
A lo largo de la historia, esta popular vía recibido otras nomenclaturas, en aquellos momentos de importancia política: En la primera década del siglo XXI la céntrica calle mirandesa se peatonalizó en gran parte junto a algunas pequeñas calles anexas.
Comienza su recorrido en glorieta que conecta con Ronda del Ferrocarril y se dirige en dirección noreste hacia la estación de ferrocarril, en donde finaliza.
La calle se encuentra peatonalizada hasta la mitad de su itinerario (unos 330 metros), desde la calle San Agustín hasta la avenida Comuneros de Castilla.