La calle Évora es una calle de la ciudad Jerez de la Frontera, (Andalucía, España).
Su origen se sitúa como vía peatonal que comunicaba las calles Corredera y Medina, ambas importantes vías de expansión de la ciudad.
Junto con la calle Doña Blanca, calle Bodegas y otras aledañas, conforma un popular conjunto de vías peatonales, salpicada de comercios tradicionales, sencillas casas encaladas de dos plantas y un incensante ajetreo de personas.
Actualmente se mantiene dos teorías.
La segunda teoría hace referencia a los vecinos que habitaron en la calle desde la Edad Media, todos con el apellido Évora, lo cual provocaría que en Jerez se conociese a esta vía como la calle de los Évora, hasta su reducción al nombre actual.