Callao (1888)

Tenía dos mástiles y un casco de acero, no estando blindado.

[2]​ El Callao pasó su carrera en la Armada española cumpliendo tareas coloniales en las Islas Filipinas.

Rápidamente fueron puestos en libertad condicional en Cavite, y más tarde se rumoreó que las autoridades españolas condenaron a muerte al oficial al mando del Callao por no defenderse de los barcos estadounidenses.

Al mando del buque quedó el teniente B. Tappan.

Además de su participación en los ejercicios, maniobras y visitas de la Flota Asiática, brindó protección esencial a los ciudadanos e intereses estadounidenses, a menudo amenazados por disturbios políticos en la volátil China.