Es caracterizada por sus de pequeñas calas, junto a otro núcleo costero y turístico como Llafranch.
Calella de Palafrugell fue donde se estableció el escritor y periodista Josep Pla en la posguerra.
El año 1823, en solo cuatro meses, salieron con diversos destinos 274 balas y Balot con casi 2,4 millones de tapones.
Este movimiento hacía necesaria la presencia de un aduanero, una figura que se mantuvo hasta principios del XX.
A medida que se incrementó el tamaño de los barcos, un fenómeno relacionado con la introducción del vapor, el transporte marítimo se fue concentrando en los puertos más grandes, principalmente Palamós y Sant Feliu de Guíxols.