La imagen permite grabar las características naturales de la piedra, como la textura, imágenes, patrones y las letras inscritas en ella.
Al frotar sobre el papel, el pigmento se deposita sobre las protuberancias y los bordes; las depresiones permanecen sin pigmentar ya que el papel se aleja del material de renderizado.
Los materiales más utilizados para la representación son el carboncillo, la cera, el grafito o bloques de tinta china sólida.
El papel se aplastaba en los grabados de la piedra para obtener un molde.
La otra técnica requería que el papel estuviera húmedo y apisonado en los grabados sin una pasta.