Cónclave

En 1274, durante el Concilio de Lyon, el papa Gregorio X promulgó la bula Ubi periculum, donde establecía que durante una elección papal, los cardenales electores debían ser encerrados «bajo llave» (en latín: cum clave) hasta que se eligiera a un nuevo pontífice.[8]​ El último cónclave tuvo lugar en 2013, cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Francisco, sucediendo a Benedicto XVI.[14]​ A los cardenales no les gustaban estas normas, por lo que Adriano V las suspendió temporalmente en 1276 y Juan XXI las revocó ese mismo año mediante la bula Licet felicis recordationis.Es de destacar que hasta 1899 era una práctica habitual incluir a unos pocos miembros laicos en el Colegio Cardenalicio.[22]​ En 1917, el Código de Derecho Canónico promulgado ese mismo año establecía explícitamente que todos los cardenales debían ser sacerdotes.[24]​ Aunque éste sigue siendo el límite teórico, todos sus sucesores lo han superado durante breves períodos de tiempo.En 1378, Urbano VI se convirtió en el último papa elegido que no formaba parte del Colegio Cardenalicio.[32]​[33]​ Como la Iglesia católica no permite la ordenación sacerdotal a las mujeres, ninguna mujer puede acceder al papado.Los tres cónclaves más recientes han elegido a un polaco (Juan Pablo II, 1978), un alemán (Benedicto XVI, 2005) y un argentino (Francisco, 2013).[39]​ En 1945, Pío XII eliminó la prohibición de que un cardenal votara por sí mismo, aumentando la mayoría requerida a dos tercios más uno en todo momento.[42]​Pablo VI restableció el procedimiento de Pío XII trece años después,[24]​ pero Juan Pablo II lo revocó nuevamente.En 537, la monarquía ostrogoda había sido derrocada y el poder de influencia pasó a los emperadores bizantinos.[55]​[56]​ Al mismo tiempo, la nobleza romana también continuó ejerciendo una gran influencia, especialmente durante el período del siglo X conocido como saeculum obscurum (en latín, «edad oscura»).[62]​ En un intento por evitar futuras elecciones prolongadas, Gregorio X introdujo normas estrictas con la promulgación en 1274 de la bula Ubi periculum.En 1562, Pío IV emitió una bula papal que introdujo regulaciones relativas al lugar del cónclave y otros procedimientos.La Universi Dominici Gregis establece explícitamente que si se está celebrando un sínodo o un concilio ecuménico en el momento de la muerte del papa, sus miembros no pueden llevar a cabo la elección.La especulación tiende a aumentar cuando un papa está enfermo o es anciano y en los medios aparecen listas de candidatos potenciales.Un cardenal con probabilidad de ser elegido se denomina «papable», un término acuñado por vaticanistas italianos a mediados del siglo XX.Ambos sermones tienen como objetivo exponer el estado actual de la Iglesia y sugerir las cualidades necesarias que debe poseer un papa en ese momento específico.Los cardenales electores no pueden relacionarse ni conversar con nadie externo al cónclave por correo, radio, teléfono, Internet, redes sociales ni de ningún modo, y las escuchas ilegales son un delito punible que conlleva la excomunión automática (latae sententiae).Gregorio XV añadió el juramento adicional, que se toma cuando cada cardenal emite su voto, para evitar que los cardenales pierdan tiempo emitiendo «votos de cortesía» y así se reduzca el número de posibles candidatos al trono papal a quizá sólo dos o tres.Las reformas de Gregorio XV promulgadas en 1621 y reafirmadas en 1622 crearon el procedimiento escrito detallado paso a paso utilizado para elegir un papa; un procedimiento que fue esencialmente el mismo que se utilizó en 2013 para elegir al papa Francisco.A principios del siglo XIX, las papeletas utilizadas por los cardenales se quemaban después de cada votación para indicar una elección fallida.La confusión sobre el color del humo se debió a que las papeletas utilizadas ya no contenían lacre.El decano pregunta en latín al papa electo si acepta la elección: Acceptasne eleccionem de te canonice factam in Summum Pontificem?Si no es obispo, primero debe ser consagrado como tal antes de poder asumir el cargo.Una vez allí, el nuevo papa se pone las vestiduras pontificias (una sotana, un roquete y una muceta, todo ello de color blanco), eligiendo entre tres tallas disponibles que la sastrería romana Gammarelli se encarga de confeccionar desde el siglo XVIII.[115]​El nuevo papa sale entonces al balcón y se presenta a la multitud, mientras una banda de música en la plaza toca el Himno Pontificio.[116]​ Los tres papas más recientes (Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco) han dirigido un breve mensaje a la multitud antes de impartir la bendición Urbi et Orbi.Además, en la primera aparición del papa Francisco, éste dirigió a los fieles en una oración por su predecesor y luego les pidió que rezaran también por él, antes de impartir la bendición Urbi et Orbi.
La Capilla Sixtina (aquí vista desde la cúpula de la Basílica de San Pedro ) es el lugar donde se celebra el cónclave.
Desde el cónclave de 2005 , los cardenales electores residen en la Casa de Santa Marta durante el cónclave.
El cardenal camarlengo proclama la muerte del papa.
Funeral de Juan Pablo II (8 de abril de 2005).
Antiguamente, los cardenales utilizaban unas complejas papeletas de votación, como esta que se muestra doblada. En la actualidad las papeletas son simples tarjetas que se doblan por la mitad una sola vez y llevan impresa la frase en latín Eligo in Summum Pontificem («Elijo como Sumo Pontífice»).
Hoy día, los cardenales electores reciben varias papeletas de votación, papeletas de escrutinio y un ejemplar del Ordo Rituum Conclavis («Orden de los Ritos del Cónclave»). En la imagen se muestran las papeletas utilizadas por el cardenal Roger Mahony en el cónclave de 2013 .
La fumata negra indica que ningún candidato ha obtenido los votos suficientes para ser elegido papa.
La fumata blanca indica que un nuevo papa ha sido elegido.
Al final del cónclave de 2013 , el recién elegido papa Francisco aparece por primera vez ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro .