Es conveniente que incluso las empresas más pequeñas creen un documento con información importante sobre las expectativas de los empleados.
[1] El documento no tiene por qué ser complejo ni tener políticas elaboradas.
[2][3][4][5] Un código de conducta puede ser una parte importante para establecer una cultura inclusiva, pero no es una solución completa por sí sola.
[7] El simple hecho de exigir a los miembros que lean el código no es suficiente para garantizar que lo entiendan y recuerden su contenido.
[8] La prueba de la efectividad es cuando los empleados/miembros se sienten lo suficientemente cómodos como para expresar sus preocupaciones y creen que la organización responderá con las medidas adecuadas.