Es causado por la exposición a agentes nocivos que generan cambios en el ADN, acumulándose progresivamente alteraciones genéticas.
Sin embargo, aunque es uno de los tipos de cáncer más frecuentes está poco caracterizado a nivel genómico y todavía menos en el caso de pacientes que lo padecen pero no han estado expuestos a factores agravantes como es el humo del tabaco.
Es decir, se plantea la posibilidad de la presencia de genes alterados que se encuentren directamente ligados a la presencia del cáncer y por lo tanto, que el cáncer de pulmón puede generarse no solo por factores ambientales, sino también tener un condicionante genético.
Esto permite hacer una clasificación:[1] La evolución de este tipo de cáncer va a ser diferente según el subtipo en el que nos encontremos, pues las diferentes modificaciones al genoma van a poder ser observadas a nivel fenotípico a corto plazo si se tratan de tu pacientes con duplicaciones en todo el genoma (Forte) o en brazos cromosomales (Mezzo-forte).
Sin embargo, cuando las alteraciones son limitadas, va a ser más difícil identificar la causa del tumor y también se expresará menos.