Tiene grandes capacidades trepadoras: puede encontrársele en paredes y techos.
Se oculta durante el día bajo piedras, hojarasca o en grietas.
De noche sale a cazar y tiene una cierta afinidad por la luz, probablemente a causa de los insectos que allí puede encontrar.
Su picadura normalmente no es mortal, aunque puede resultar peligrosa en animales pequeños, niños, ancianos y personas alérgicas.
El tratamiento para su picadura consiste en aplicar un torniquete suave cuanto antes y tomar antihistamínicos, después de lo cual hay que visitar lo antes posible a un médico, que puede administrar un suero para evitar la atrofia celular de la zona afectada.