Los barcos espía usualmente están bajo control del gobierno de un país, debido a sus altos costos y al equipo avanzado que precisan.
[1] Los barcos espía en el sentido moderno de la palabra han sido empleado por lo menos desde el inicio de la Guerra Fría, siendo empleados por todas las grandes potencias.
Durante aquel período, Estados Unidos desplegó unos 80 navíos, usualmente clasificados como de "investigación ambiental", mientras que la Unión Soviética tenía unos 60 barcos, frecuentemente arrastreros o barcos de investigación hidrográfica modificados.
[3] Un barco espía usualmente se mantiene en aguas internacionales[4][5] (o al menos fuera de las aguas territoriales), a fin de no violar las fronteras del país.
Pero a veces, se pueden emplear medios activos como el radar y el sonar para detectar el movimiento de aviones, misiles, barcos u otros vehículos o tropas.