Brubaker

Brubaker es una película de 1980 dirigida por Stuart Rosenberg, que tiene a Robert Redford como protagonista.

A través de él los prisioneros aprendieron cómo hacer la cárcel más humana.

Recibe por ello un aplauso por parte de los presos cuando se va, por lo que puede así irse en paz.

También lleva a su rebelión dos años más tarde, cuando denuncian la situación ante el Tribunal Supremo, el cual ordena judicialmente en su veredicto final al respecto la reforma incondicional de la cárcel bajo la amenaza de cerrarlo como alternativa por ser inconstitucional su funcionamiento.

[2]​ Al principio se ofreció en papel de Brubaker a Paul Newman, pero él no podía.