Los primeros que lo jugaron fueron los matemáticos John Horton Conway y Michael S. Paterson en la Universidad de Cambridge en 1967.
El diagrama de la derecha muestra una partida que se inicia con dos puntos.
Comoquiera que es imposible realizar un nuevo movimiento, el primer jugador pierde la partida.
[1] En general se ha conjeturado que el primer jugador tiene asegurada la victoria si al dividir el número inicial de brotes entre 6 deja resto 3, 4 o 5 y en caso contrario ganará siempre, si sabe jugar, el segundo jugador.
[1] La conjetura solo se ha demostrado para cuando los números iniciales de brotes son hasta 44, y también para 46, 47 o 53.