En ese momento se convirtió en la gran promesa de la natación alemana.
En la final celebrada en 15 de agosto, Trickett hizo una gran salida y pasó en primera posición por los primeros 50 metros, mientras que Steffen era octava y última a casi un segundo de la australiana.
Sin embargo en el último largo Steffen hizo una espectacular remontada y acabó llevándose la medalla de oro con una marca de 53,12 nuevo récord olímpico y europeo.
Libby Trickett se llevó la medalla de plata con 53,16 y la estadounidense Natalie Coughlin el bronce con 53,39.
[1] También obtuvo la medalla de plata en el relevo 4 x 100 libre como parte del equipo alemán integrado además por Daniela Samulski, Petra Dallmann y Daniela Schreiber; y medalla de bronce en el relevo 4 x 100 combinado integrado además por Daniela Samulski, Annika Mehlhorn y Sarah Poewe.