Inseparablemente entrelazado con su obra artística, en especial con su obra literaria es su papel activo en el movimiento antiapartheid y su lucha desde hace décadas contra el racismo y el gobierno racista imperante en Sudáfrica hasta 1994.
Aun así regresó en 1975 a Sudáfrica con la ayuda de un pasaporte falso; ahí fue arrestado, y condenado a nueve años de prisión por actividades "terroristas", por su rechazo del apartheid e "inmoralidad pública" por su matrimonio.
Las protestas internacionales y negociaciones al más alto nivel gubernamental finalmente llevaron a que en 1982 fuera puesto en libertad y pudiera regresar a París, donde un año más tarde adquirió la nacionalidad francesa.
Escribió al principio sus novelas influidas estilísticamente por el surrealismo francés y tomos de poesía, en afrikáans, luego en inglés o francés, y más tarde otra vez en afrikáans – espejo de su vida entre los mundos opuesto en los que ha vivido.
Entre sus obras más conocidas figuran un testimonio de los siete años en prisión, la novela Confesiones de un terrorista blanco; la autobiografía Momentos en el paraíso, y la novela Vuelta al paraíso, en la que Breytenbach describe y asimila su encuentro con la nueva Sudáfrica gobernada por los políticos del Congreso Nacional Africano.