Una brecha de empatía frío-caliente es un sesgo cognitivo en el que la gente infravalora la influencia de los impulsos viscerales en sus actitudes, preferencias y comportamientos.
[1] El aspecto más importante de esta idea es que el entendimiento del ser humano es "estado-dependiente".
Por ejemplo, cuando alguien está enfadado, es difícil que entienda lo que es estar calmado y viceversa; cuando alguien se encuentra enamorado, le resulta complicado comprender lo que significa no estarlo.
Las brechas de empatía caliente-frío, pueden ser analizadas de acuerdo a su dirección: