Bran mac Febal es el protagonista de un immram irlandés cuyas aventuras fueron puestas por escrito por monjes irlandeses alrededor del 900 d. C. Aunque en el Viaje de Bran (traducido por primera vez al inglés por Kuno Meyer en el año 1895) aparecen múltiples interpolaciones cristianas, el relato está plagado de elementos celtas paganos.
Por el camino se encontraron al dios del mar Manannán mac Lir, que montado en su carro les volvió a cantar las delicias de las islas afortunadas.
Llegaron en primer lugar a la Isla de Alegría, en la cual la gente reía sin cesar y se comportaba como si estuviese ebria...uno de los hombres se bajó a la isla y tras pisarla comenzó a comportarse de la misma forma y Bran no tuvo más remedio que abandonarlo.
Alcanzaron finalmente Tír na mBan, la Tierra de las Mujeres, y allí estuvieron lo que les pareció un año.
Al fin, uno de los hombres tuvo nostalgia y convenció a Bran para visitar Irlanda.