Estos son dulces hechos de harina y espolvoreados con mucha azúcar y con un relleno cremoso de una gran gama de sabores; los principales son limón, piña, fresa, rompope y otros.
La gran influencia española se mezcló con la cultura de los indígenas y fue así como surgieron.
En esos tiempos, estos dulces se les obsequiaban a los benefactores como muestra de agradecimiento, pero con el tiempo se observó que se podía lucrar con la fabricación y venta de estos.
Actualmente es considerado como uno de los postres mexicanos más tradicionales y emblemáticos.
Es consumido no solamente por turistas, sino también por los habitantes de todo el mundo.