Fueron creados como una "moneda paralela" dado que, por restricciones impuestas por la Ley de Convertibilidad desde 1991, la emisión monetaria se encontraba restringida.
Pero bajo ningún aspecto ni en ningún momento fueron denominados oficialmente como monedas ya que no eran de curso legal forzoso para la cancelación de obligaciones.
Como contraprestación por esta adopción forzada, se permitía a la ciudadanía el pago de algunos impuestos.
Sin embargo, los patacones se transaban en el mercado a un valor menor al del peso, acercando su cotización al valor nominal a medida que se aproximaba su vencimiento.
En este contexto, el gobierno provincial ofreció a fines de 2003 rescatar hasta el 100% de los patacones que había en circulación.