Bombardeo de Sakiet Sidi Youssef

La operación abrió una crisis diplomática entre Francia y Túnez, que alcanzó una dimensión internacional, tras las protestas y denuncia del gobierno tunecino al consejo de seguridad de Naciones Unidas, provocando la caída del presidente del Consejo de la República francesa, Félix Gaillard, y la retirada de las bases francesas en su antigua colonia, permitiendo la vuelta al poder del general De Gaulle.

En vísperas de 1958, la guerra que convulsiona la Argelia francesa se encuentra en pleno desarrollo, mientras el ejército francés es con frecuencia hostigado en las fronteras occidentales por combatientes independentistas argelinos del Ejército de Liberación Nacional (Armée de Libération Nationale) que encuentran en Túnez cobertura logística y refugio.

El presidente del Consejo, Félix Gaillard, encarga entonces al general Duchalet que entregue un mensaje al presidente tunecino Habib Bourguiba, pero éste rechaza tanto recibir a este general como, posteriormente, al jefe del gabinete francés, enviado por Gaillard como alternativa.

Bourguiba justificó su decisión reclamando el envío de una fuerza de interposición de Naciones Unidas,[1]​ causando mayor malestar en París, que procuraba evitar la internacionalización del conflicto.

Poco después, tras la denuncia del gobierno frente al Consejo de Seguridad, Naciones Unidas envía también una misión de mediadores anglo-americanos, con lo que el incidente alcanza ya una dimensión mundial.

Titulares del diario L'Écho d'Alger del 15 de enero de 1958, dando cuenta del grave incidente acontecido en Tunicia.