En 1966, poco después de la Revolución Cultural, Bo y su familia estuvieron en prisión durante cinco años, después de los cuales fueron trasladados a un campo de trabajo por otros cinco años.
Luego se graduó con el grado de Bachiller en Artes.
Bo fue miembro del XVI Comité Central Chino, cuerpo colegiado con la real decisión central de China.
Nombrado secretario general del Partido Comunista en Chongqing, tomó medidas exitosas para regular al sector privado, combatir la delincuencia organizada y reducir la acrecentada desigualdad de ingresos, por lo cual ganó amplia popularidad.
La caída de "uno de los líderes más influyentes y carismáticos de China" ha dado lugar a la peor crisis política que ha vivido el país desde las protestas de Tiananmen en 1989, ya que la caída del revolucionario Bo "ha facilitado el camino a los reformistas, que se disputan con el ala revolucionaria los asientos en los máximos órganos del poder que se renovarán en el 18.º Congreso del PCCh a finales de año".