Blutrache
La venganza de sangre tomaba entidad cuando un miembro de una determinada Sippe (colectivo familiar germánico) moría o era dañado por algún individuo.En ausencia de un sistema punitivo institucionalizado, propio del Derecho más evolucionado, las tradiciones germánicas dejaban en manos de la Sippe la persecución y castigo de aquellos que hubieran perjudicado sus bienes jurídicos.Por ello, el sistema punitivo tenía un carácter eminentemente descentralizado, y la Sippe quedaba constituida como una unidad de protección y defensa de sus miembros.Por todo ello, en las organizaciones políticas germánicas no existía un monopolio del Estado en lo referente al uso de la fuerza.Además, era recurrente la existencia de una equivalencia entre el mal provocado y el mal devuelto (el que matase, sería muerto; el que amputase un miembro, perdería un miembro), de manera que el principio ha sido habitualmente relacionado con la Ley del Talión.