[2] Aunque Dish Network se hizo con la empresa para convertirla en un servicio de streaming, los planes no prosperaron; las 300 tiendas propias que aún operaba la compañía fueron cerradas en enero de 2014,[3] y tan solo queda una tienda franquiciada como «el último Blockbuster» en Bend, Oregón, que mantiene la marca gracias a un acuerdo específico con Dish.
[5] En 1987, Cook vendió una participación mayoritaria en Blockbuster a un grupo inversor liderado por Wayne Huizenga, por 18 millones de dólares y un porcentaje sobre los beneficios.
[3] Sin embargo, los accionistas del grupo lo llevaron a juicio y la operación estuvo bloqueada durante un año hasta que un juez la autorizó.
[5] En 1997 la junta directiva nombró consejero delegado a John Antioco, quien recondujo con éxito el negocio hacia el alquiler de películas, primero en VHS y después en DVD.
Sin embargo, Antioco lo rechazó porque veía más rentable que los clientes acudieran hasta la tienda.
[11][21] Como último recurso, en 2010 el grupo recuperó las penalizaciones por demora que había eliminado cinco años atrás.
[26][27] En el resto de países la marca corrió idéntica suerte, en este caso sin que Dish les cediera el nombre.
En México, grupo Salinas renombró todos los establecimientos como The B-Store en 2015,[20] aunque al año siguiente terminarían desapareciendo.
[5] De igual modo, Blockbuster exponía todo su catálogo en las estanterías mientras que la competencía solía tenerlas detrás del mostrador.
[5] Por otro lado, las cintas originales de video (VHS y Betamax) eran bastante caras, especialmente los estrenos, por lo cual a la gente le resultaba más rentable alquilar; todo ello cambió con la guerra de precios del DVD y el video bajo demanda.
Blockbuster estaba dirigida específicamente a un público familiar, por lo que ninguna tienda podía comercializar cine porno por política empresarial.
[29] El primer local bajo el nuevo nombre abrió en Walworth Road, al sur de Londres.