[2] En un principio divididos, fue hasta el final del año 1833 que los ópatas apoyaron en su totalidad al General Blas Medrano.
Las inquietudes de los ópatas tenían su origen en la tenencia de la tierra, ya que cada vez era mayor la ocupación que tenían los particulares sobre tierras comunales indígenas.
El general Blas Medrano recorrió hasta fines de 1834 todo el territorio ópata recogiendo inquietudes de los indígenas y haciéndoselas llegar al gobernador para su solución.
Al reanudarse las visitas a los pueblos en abril de 1835, en un lugar llamado la Pithaya, seis leguas al oriente de Sahuaripa, fue asesinado junto con su esposa y tres hijos.
Los informes proporcionados por el gobernador ópata de Sahuaripa manifestaban que el crimen había sido cometido por sus más acérrimos enemigos, los apaches.