El plan de Escandón, tal como aplicó Garza-Falcón, era establecer siete asentamientos a lo largo del río, Revilla, Camargo, Mier, Dolores, Reynosa, Laredo y Vedoya.
Después de dos intentos fallidos para asentarse y colonizar la tierra cerca del río Nueces, Escandón dio la asignación a Garza-Falcón.
Garza Falcón llevó a su familia y sus empleados allí y comenzó una empresa ganadera que servía como campamento para los soldados españoles del Real Presidio de Nuestra Señora de Loreto, que exploraban la vecindad mientras patrullaban en 1767.
El rancho, a ocho millas al este del río Nueces, sirvió como avanzada y estación de descanso en ruta.
En 1767 Garza-Falcón regresó a Camargo, donde murió y fue enterrado en su capilla privada, Nuestra Señora de Guadalupe.