En general, el libro adopta un enfoque marxista para analizar la reconstrucción.
El argumento esencial del texto es que los trabajadores de blancos y negros, que son el proletariado, se dividieron después de la guerra civil en las líneas raciales y como tal no fueron capaces de permanecer juntos contra la clase propietaria blanca, la burguesía.
Este tipo de retórica marxista es de común acuerdo con sus argumentos en todo el libro en el cual plantea que la Guerra Civil fue en gran medida una guerra que se llevó a cabo por problemas laborales.
Estos gobiernos también habían sido los primeros en establecer departamentos de salud pública para promover la salud pública y el saneamiento para combatir la propagación de enfermedades epidémicas que son inherentes al clima semitropical del sur.
El trabajo no fue bien recibido por los críticos e historiadores del momento.