Su historia es comparable a la de los juglares (artistas ambulantes quienes tocaban el laúd) en la Europa medieval.Etimológicamente la palabra se constituyó de biwa, laúd, un instrumento parecido a la mandolina, y hōshi, lo que quiere decir monje budista en japonés.[3] En la antología imperial Kokinshū, que data del año 905, fueron escritos tres poemas sobre una persona llamada Semimaru.Se supone que fue un hijo ciego del emperador y quien fue además exiliado por esa razón.Por esa razón, la escuela Kanze decidió representar Semimaru simplemente como un biwa hōshi que se hizo famoso.Mientras que el laúd perdía popularidad en los círculos aristocráticos, los biwa hōshi en cambio, conocieron su gran periodo de florecimiento en esa época.
El príncipe Semimaru afinando su laúd debajo de la luna llena en el Monte Ausaka