[2] Según sus proponentes, cada enfermedad está asociada a un supuesto «desequilibrio biofísico-energético», y el tratamiento consistiría en «restablecer este equilibrio».
La palabra MORA es un acrónimo que está formado con la primera sílaba de sus apellidos: MOrell y RAsche.
[3][4] A cada enfermedad le correspondería un «desequilibrio biofísico-energético», y el tratamiento biorresonante consiste en volver al «equilibrio energético del organismo».
[cita requerida] El dispositivo, en «modo diagnóstico» registraría esas ondas y corrientes, lo que serviría para diagnosticar desde una alergia hasta un desarreglo hormonal.
En «modo tratamiento» las señales eléctricas serían «normalizadas» como ondas opuestas por el instrumento y devueltas al organismo, que así se vería curado de su mal.