Estos proyectos tenían como fin construir ciudades satélites que fueran completamente independientes, ubicadas en la periferia de la ciudad.
Supuestamente, estos proyectos lograrían la unión vecinal y apoyo comunitario a través de sus edificios interconectados y su nuevo estilo de construcción debería atraer a la clase media.
Sin embargo, estos proyectos jamás lograron su objetivo y fueron catalogados finalmente como un fracaso rotundo.
En otras palabras, se podría decir que este barrio era presentado como la vivienda ideal y moderna, sin embargo, el tiempo dijo lo contrario.
Al haber poca demanda, se redujeron los precios hasta tal punto que Bijlmer terminó siendo hogar para individuos solteros, inmigrantes legales e ilegales y trabajadores de clase obrera.
Por esta razón, el gobierno de los países bajos utilizó estas construcciones como viviendas sociales para los más necesitados económicamente, en especial para inmigrantes africanos y árabes.
Como se expuso anteriormente, después del Desastre de Bijlmer, el gobierno decidió que este debía cambiar para mejor.
Gran parte de las viejas construcciones del barrio han sido demolidas y luego sustituidas por otras más pequeñas.
Muchas de las calles que estaban originalmente elevadas, fueron destruidas para construir nuevas a nivel del suelo, para así evitar aquellos túneles bajo estas que eran paradero de drogadictos y delincuentes.
La renovación tiene como objetivo una demografía menos unilateral y un entorno más agradable de vida.
Fue ahí también donde se realizó el velatorio del conocido y famoso cantante André Hazes.
En la zona se encuentran varias estaciones de metro que bordean el barrio.