Un bidental, en la Antigua Roma, era un monumento construido sobre un punto en el que hubiera caído un rayo.[1] A los sacerdotes que hacían ceremonias o expiaciones en estos lugares, también se les llamaba bidentales.El nombre deriva de la joven oveja (bidens) que los arúspices sacrificaban en ese lugar.Se consideraba sacrilegio andar sobre ese punto, no podía pasarse por allí, ni siquiera mirarlo después de terminarse.Los lugares alcanzados por un rayo eran considerados como un ejemplo aterrador de la ira divina, y no debían tomarse a la ligera.Cualquier persona que cometiera sacrilegio, sería castigada severamente con la locura.Se creía al principio que estas muestras de poder divino tenían lugar específicamente por Júpiter, el rey de los dioses.Diccionario histórico enciclopédico, Vicenç Joaquin Bastús i Carrera, 1828 "The Divine Thunderbolt."