El edificio es considerado un lugar histórico y está protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
[3] Antiguamente, el lugar era una de las tantas casas familiares del barrio originario.
Sin embargo, el proyecto fracasó y se le tuvo que dar fin.
Es después que, tras algunas labores de remodelación y recuperación del espacio, se le habilita como biblioteca pública durante los festejos del Bicentenario y se le asigna el nombre de Alonso Lujambio.
El acervo del antiguo lugar pasó a ser parte de la nueva biblioteca.