En el capítulo dedicado a la biografía del papa Simplicio cuenta que el papa "consagró una basílica dedicada a la santa mártir Bibiana, que contiene su cuerpo, cerca del Palatium Licianium".
[4] Bibiana nace en una familia ilustre romana y cristiana durante el mandato del emperador Juliano el Apóstata, siendo gobernador un tal Aproniano.
Se enfrentó al gobernador, quien, para debilitar su resistencia la confió a una alcahueta llamada Rufina.
Finalmente, el gobernador ordenó que Bibiana fuera atada a una columna y flagelada.
[3] La tradición y la iconografía representan su martirio mediante la flagelación, estando atada a una columna.