El ecosistema del planeta se ha envenenado con residuos tóxicos y las pocas criaturas que sobreviven lo hacen en temperaturas bajo cero.
Los Vulpimancers son de las pocas criaturas destinadas a sobrevivir en Vulpin.
A la vista la sustituyen unas "branquias" que actúan como una visión infrarroja, detecta las armas usando su olfato.
En batalla, las plumas en sus partes posteriores se pueden encender como proyectiles y son tan agudas como las lanzas.
Ahora puede hablar perfectamente y ha ganado más fuerza en su rugido, lo que le provoca miedo a sus enemigos.